Los siglos XII y XIII alumbran una escultura monumental concentrada en las portadas y que comienza a independizarse de la arquitectura (estatuas-columna).
-La portada occidental se abre como un libro; ya no es un aviso severo al diel sino una invitación a acceder a la gloria celestial presente en el interior. La idea de salvación aparece en el Cristo en Majestad que guía hacia la Luz verdadera, o en la Virgen como intermediaria y puerta del Cielo.
-Las figuras llegan a las claves de bóceda, pináculos, agujas, rosetones...
En el siglo XV se consuma la independencia de la escultura.
- Grandes retablos, sepulcros monumentales, sillerías del coro y esculturas de bulto redondo -Vírgenes y crucifijos-.
-La policromía sobre piedra y madera consigue un verismo espectacular.
Las vírgenes necias, catedral de Magdeburgo
Ángel de la sonrisa, catedral de Reims.
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